Ley del Éxito en todo

¿Quieres escuchar un Secreto?
Te lo digo pero, primero ven, estemos a solas para que pongas mucha atención.

Hay algo que muchos de nosotros siempre queremos saber, que algún día nos ha pasado por nuestra mente, algo que creemos que nos ayudaría bastante para lograr cualquier cosa que nos propongamos, un tipo de clave, de secreto, del que muchos aparentemente lo han logrado y descifrado pero que muchas veces no funciona para nosotros pues solo hay una ley que funciona para todo.

Les hablo de la clave del Éxito, un método, una acción que nunca te fallará, pues ya sabes que las cosas dependen de ti, entonces esto seguirá siendo así.
Si quieres saberlo, sigue leyendo...

Entonces, continuemos con este Gran escrito que me ha gustado y servido mucho en mi vida y espero que en la tuya también, el Memorandum de Dios del escritor Og Mandino en su libro "El Milagro más Grande del Mundo"

... Ahora te doy la ley del éxito en todo.

Hace muchos siglos se dio esta ley a tus antepasados desde la cima de una montaña.
Algunos siguieron la ley y se salvaron;
sus vidas estaban llenas con el fruto de la felicidad, el cumplimiento, el oro y la paz mental.

La mayoría no escuchó, ya que buscaba medios mágicos, rutas tortuosas, o esperó a que el demonio llamado suerte, le mandara las riquezas de la vida.

Esperó en vano...
igual que tú esperaste. Y después lloró, del mismo modo que tú, culpándome por su falta de suerte.

Esta ley es sencilla.
Joven o viejo, mendigo o rey, blanco o negro, hombre o mujer.
Todos pueden utilizar el secreto en provecho propio, ya que de todas las normas, pláticas y escritos sobre el éxito y cómo lograrlo, solamente un método nunca ha fallado...

Si alguien te pide que le acompañes a caminar un kilómetro...
acompáñalo dos.


Entonces esta es la tercera ley...
el secreto que producirá riquezas y te proyectará más allá de tus sueños.

¡Sigue adelante otro kilómetro!

El único medio cierto de triunfar es rendir más y mejor de lo que se espera de ti, sin importar de que se trate.

Este es un habito seguido por todas las personas de éxito desde el principio de los tiempos.
Por lo tanto, te digo que el camino más seguro para condenarte a la mediocridad es realizar solamente el trabajo por el que se te paga.

No pienses que te están engañando si rindes más de lo que se te paga.
Ya que hay un péndulo para toda la vida, y lo que trabajes, si No te es recompensado ahora, lo será mañana multiplicado por diez.

El mediocre nunca camina otro kilómetro, piensa que no vale la pena seguir adelante.

Pero, Tú NO eres mediocre.
Caminar otro kilómetro es un privilegio del que debes apropiarte por iniciativa propia.

No puedes, no debes, y la responsabilidad de tu fracaso son únicamente tuyos.

Ya no puedes Servir, recibiendo solamente la compensación que en principio será entregada, sin sufrir la pérdida de la recompensa.

La causa y el efecto, medios y fines, semilla y fruto, no pueden estar separados.
El efecto es la causa, el fin preexiste en los medios y el fruto está siempre en la semilla.

Camina otro kilómetro

No te preocupes por ti mismo, ya que así servirás a un amo desagradecido.
Sírvelo más.
Y en lugar de él, deja que sea yo el que esté endeudado, y así sabrás que cada minuto, cada servicio extra será remunerado.

Mientras mayor sea el pago retenido, mejor será para Ti.
Y el interés compuesto en el interés compuesto es el beneficio más grande de la ley.

No puedes ordenar el éxito, sólo puedes merecerlo.
Y ahora conoces el gran secreto necesario para merecer su extraña recompensa.

¡Camina otro kilómetro!

¿En dónde se encuentra el campo desde el cual gritaste que no existía una oportunidad?
¡Observa!
Mira a tu alrededor.
Vé, que en donde sólo ayer te revolcabas en la autocompasión, ahora caminas erguido sobre una alfombra de oro.

Nada ha cambiado...
excepto Tú, pero Tú lo eres todo.
Eres mi milagro más grande.

Y ahora las leyes de la felicidad y el éxito son tres.

¡Camina otro kilómetro!

Se paciente con tu progreso.
Para contar tus dones con gratitud.
Para proclamar tu individualidad con orgullo.
Para caminar otro kilómetro más y después otro.
Estos actos no pueden hacerse en un abrir y cerrar de ojos.

Pues, lo que obtienes con mayor dificultad, lo retienes durante más tiempo;
como aquellos que ganan una fortuna, son más cuidadosos con aquellos que la heredan.

Y No temas entrar en tu nueva vida.
Toda adquisición noble se obtiene con sus riesgos.

Quien teme encontrar algo, no debe esperar obtener lo otro.
Ahora sabes que eres un milagro.
Y no existe el temor en un milagro.

Sé orgulloso.
No eres un capricho momentáneo de un creador descuidado que hace experimentos en el laboratorio de la vida.
No eres un esclavo de fuerzas que no puedes comprender.
Eres una manifestación de mi ser, de mi Amor.
Fuiste creado con un propósito.

Siente mi mano. Escucha mis palabras.
Me necesitas... y yo te necesito.
Tenemos un mundo que reconstruir...

Y si se necesita de un milagro, ¿Qué es eso para nosotros?
Ambos somos milagros.
Y ahora nos tenemos el uno al otro.

Jamás he perdido la fe en Ti,
desde aquel día en que por primera vez te salvé de la ola gigantesca y te arrojé desamparado sobre la playa.
De la forma en que mides el tiempo, esto tuvo lugar hace más de quinientos millones de años.
Hubo muchos modelos, muchos cortes, muchas tallas antes de que alcanzara la perfección en Ti.

Hace más de treinta mil años, No he hecho un esfuerzo posterior para mejorarte a últimas fechas.
¿Pues, cómo voy a mejorar un milagro?
Eras una maravilla que contemplar y me sentía satisfecho.

Te di este mundo y el dominio sobre él.
Después, para que fueras capaz de alcanzar el máximo de tu potencial, posé mi mano sobre Ti, una vez más, y te doté de poderes desconocidos para todas las demás criaturas del Universo, aún hasta hoy.

Te di el poder de Pensar.
Te di el poder de Amar.
Te di el poder de Determinar.
Te di el poder de Reír.
Te di el poder de Imaginar.
Te di el poder de Crear.
Te di el poder de Planear.
Te di el poder de Hablar.
Te di el poder de Rezar.

Mi orgullo era que No conocías ataduras.
Eras mi creación última, mi mayor milagro.
Un ser vivo completo.
Uno que puede adaptarse a cualquier clima, a cualquier trabajo pesado, a cualquier desafío.
Uno que puede crear su propio destino sin ninguna interferencia por mi parte.
Uno que puede traducir cualquier sensación, o percepción, no por el instinto, sino mediante el pensamiento y el análisis en cualquier acción que sea mejor para él y para toda la humanidad.

Así pues, llegamos a la cuarta ley del éxito y la felicidad...
ya que te di un poder más, un poder tan grande que ni los ángeles lo poseen...

Continuará...

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